miércoles, 19 de mayo de 2010

Dios y yo







Leí esta novela en el 94, ya llovió desde entonces, llovió y diluvió. Estaba a punto de emprender mi penúltima andadura empresarial y la leí. Debió de ser el ataque de risa que sufrí con su lectura lo que no me permitió ver lo equivocado que estaba con mi nueva andadura, pero así es la literatura, a mi me hace olvidar los problemas y me divierte y relaja. A veces me relaja demasiado. Pero bueno, mereció la pena. El autor aclara que, Dios y yo, comenzó como un comentario periodístico que al final le salió demasiado largo y al que le nacieron, sin querer, un par de personajes. A mi me gustó, entre otras cosas y a parte de entretenerme, porque me sentí identificado con el protagonista en muchos de sus pensamientos, en unos tiempos en los que todo eran dudas y lo que no era duda, era pecado. Os lo recomiendo a tod@s, seguro que lo disfrutareis, ya lo dice el autor, Dios y yo es un libro no sólo para sonreír, sino con el que se puede recordar y hasta pensar.

1 comentario:

  1. Modesto Gomez Lombardia7 de octubre de 2010, 6:05

    Buenos días D. Francisco. Acabo de leer lo que has escrito sobre este libro y no puede menos que sonreir al oir tu voz, o así me lo pareció.

    No se si sabrás que yo suelo reir mucho..., si si, es cierto, suelo reir mucho ¿a que no lo parece?, ejem!, pues así es y tratandose de un libro de que dices que te ha divertido mucho, me entro la curiosidad por leerlo. A ver si, por fin, me dedico a leer algo mas que teatro.

    Un abrazo
    Modesto

    ResponderEliminar